Los Locos se adueñan del pueblo cada 28 de diciembre, donde la tradición la forman varios personajes, uno de ellos es "LA MOJIGANGA", quien recorre el día 27 en la noche a partir de las 7 p.m. las diferentes calles del pueblo anunciando la venida de Los Locos. Vestida con levita negra y un sombrero chistera, se balancea torpemente sobre una burra, llevando entre sus ropas las invitaciones a las casas que serán visitadas por los Locos al siguiente día.
El 28 de diciembre e la mañana se oye el primer cohete, y una figura mal vestida, como pordiosero, es "EL CORREO" , quien toca de puerta en puerta en las casas donde la Mojiganga dejó el oficio el día anterior. Al escuchar el segundo cohete, los dueños de comercio cierran sus puertas por temor a los disfraces, que buscan llevarse todo lo que puedan. Al tercer cohete, ya los Locos están en la calles con sus trajes de colorines, el cucurucho de raíces de cují y sus máscaras pintadas, siembran terror entre la chiquillería.
Los trajes han cambiado, recientemente en las fiestas se usan las llamadas "FANTASÍAS", los motivos son muchos: animales, bestias, personajes y toda clase de formas creadas por la imaginación de los veleños, quienes trabajan en la elaboración de sus disfraces todo el año.
Aunque la
tradición se ha mantenido, muchos de los elementos que la conforman han
variado con el paso de las generaciones. En la actualidad los Locos no
se llevan nada de los comercios ni de las casa que visitan, sin embargo,
en las calles se reúnen las familias y preparan comidas y bebidas para
ofrecerlas a las personas disfrazadas que bailan al ritmo del cuatro y
los tambores acompañada de una orquesta que contrata la junta de Los
Santos Inocentes, organismo que hace mas de 50 años organiza esta fiesta
centenaria que con la premiación de los bellos trajes y una fiesta que
se prolonga hasta las primeras horas de la mañana del día 29, termina
pues una edición mas de "Los Locos de La Vela".